Bernardette Nelson
Bermudo’s masters and models of excellence for keyboardplayers in sixteenth-century Spain
Revista de Musicología, 2016, 1
La Declaración de Bermudo, publicada en 1555, es uno de los testimonios más importantes de los métodos de enseñanza para los tañedores de tecla en España a mediados del siglo XVI. Aparte de aprender de los mejores maestros y tañedores, Bermudo consideraba que estar familiarizado con la polifonía vocal era un requisito sine qua non para los instrumentistas. El rigor exigido por él garantizaba que los estudiantes adquirirían conocimiento de una gran cantidad de repertorio polifónico, tanto nacional como importado, a través de su interpretación en el teclado. Su explicación del sistema para disponer estas obras en formato de partitura o cifrado («poner obras») proporciona una mejor comprensión a este proceso didáctico. En su obra, Bermudo enfatiza la necesidad de aprender a tañer la música de los grandes maestros franco-flamencos como Josquin y Gombert, entre otros, además de la de Morales y otros compositores españoles. Queda claro que Bermudo tenía acceso a un buen número de colecciones de misas y motetes que incluían algunos de los primeros libros impresos de Antico, Petrucci, colecciones italianas posteriores, y los libros de misas de Morales, como se pone de manifiesto en su obra. Su conocimiento teórico del canto de órgano dimana también de un profundo estudio de numerosos tratados que incluyen las obras de Gaffurio y Glareano. Bermudo cita también a los tañedores de la época a quienes consideraba como «excelentes» maestros. Esta investigación concluye con un estudio de los repertorios incorporados en las dos colecciones de música para tecla más importantes conservadas: el Libro de cifra nueva (1557) de Venegas de Henestrosa y las Obras de música (1578) de Cabezón, que nos proporcionan numerosas evidencias sobre el modo en que la polifonía vocal se adaptaba y cifraba para su interpretación al teclado.