Actividad del IAC

El Instituto Antonio de Cabezón de Madrid, cumpliendo los fines descritos en sus estatutos -entre los cuales están la difusión del órgano y su música en medio de la sociedad madrileña y la puesta en valor del patrimonio organístico de nuestra comunidad-, inicia su andadura concentrando sus fuerzas en la consecución de un triple objetivo.

1.- Por una parte, la convocatoria de un concurso de composición para órgano que busca recuperar la importancia que nuestro instrumento tuvo entre los compositores desde el siglo XVI hasta fechas no demasiado lejanas a nuestro tiempo. Diversos avatares históricos y culturales en nuestro país han hecho que, a lo largo de las últimas décadas y con pocas excepciones, los creadores de música apenas hayan dedicado tiempo al rey de los instrumentos. Este concurso, que tendrá un carácter bianual, busca invertir esta tendencia en las nuevas generaciones de compositores españoles para que el órgano pueda ser una vez más un instrumento cotidiano en las manos de nuestros creadores.

2.- De manera complementaria, el IAC quiere convocar también un concurso de interpretación dirigido a los más jóvenes organistas que, mediante la participación de un prestigioso jurado internacional, pueda significar un paso firme en sus carreras profesionales, dándoles a conocer y facilitando su proyección en el mundo del concierto. Partimos del convencimiento de que la existencia de organistas es la principal garantía tanto del incremento como de la conservación de los órganos, así como de la pervivencia del repertorio clásico y de la creación de nueva música para órgano. Pensamos que este concurso puede ser un arma muy eficaz de cara al futuro profesional del órgano en la Comunidad de Madrid y puede generar nuevas perspectivas para las venideras generaciones de organistas madrileños.

3.- Es nuestro deseo que ambas convocatorias tengan lugar en el marco de un Festival de Órgano que tratará de poner en valor el patrimonio organístico tanto de la ciudad como de toda la Comunidad de Madrid. Instrumentos antiguos pertenecientes a nuestra tradición ibérica, muchos de ellos restaurados, conviven con instrumentos modernos que recogen otras herencias como la francesa o la alemana y que nos ponen en relación con ese caleidoscopio maravilloso que ha sido el órgano en Europa a través de la historia. En estas últimas décadas Madrid no ha dejado de enriquecerse con nuevos instrumentos que han encontrado su lugar tanto en salas de concierto como en su tradicional medio de existencia que es la iglesia. Ciertos instrumentos han visto surgir a su alrededor grupos entusiastas de personas que han buscado los medios y las maneras de hacerlos sonar de manera regular en unos casos, esporádica en otros. Algunos órganos, sin embargo, continúan en silencio. Esperamos que todos encuentren la oportunidad de cumplir el fin para el que fueron construidos: hacer música en el culto y en el mundo de la cultura.